Estoy preocupada, por mi y por el, por nosotras y por ellos.
Porque no podemos salir a la calle sin sentir miedo, porque
si te vestis asi o caminas por alla, que si miras mucho o si no miras, que si
sos amable o si sos demasiado callada, bajo cualquier circunstancia vamos a ser
jusgadas, criticadas, humilladas… pero aun hay algo peor que eso, nos violan,
nos matan, nos empalan y nos tiran a la basura sin ningún tipo de culpas.
Pero también estoy preocupada por ellos. Porque las
generalizaciones también están mal, porque NO TODOS SON IGUALES. El cuentito
que nos contaron nuestras madres, tias, abuelas y mujeres referentes de que si
su novio, marido es de tal manera automáticamente todos van a ser iguales, una
especie de consuelo para no sentirse insatisfecha con quien comparte su vida. Este
cuento nos hizo daño, le hizo daño a la sociedad, porque la realidad es
diferente, no son todos iguales, aunque desgraciadamente la mayoría actúen de
forma similar.
Mi preocupación por los hombres deriva en que no todos nos
quieren matar, no todos nos quieren tocar, no todos nos quieren violar. Hay hombres
que nos aman por el hecho de ser mujer , nos aman porque somos una parte importante
para la sociedad, pero no somos mas que ellos, ni menos. No tenemos que caer en
el error de categorizar a todos los hombres como violentos, agresivos,
violadores, asesinos. De esos hay muchos y de esos debemos cuidarnos, pero no
nos olvidemos que hay hombres que son excelentes amigos, novios, padres,
hermanos, padrastros. De ellos no tenemos que cuidarnos, pero la pregunta es
¿Cómo se hace después de tantas mujeres muertas por hombres?
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